Ultimamente he leído en varios lugares los beneficios y bondades de la educación física y la necesidad de otorgarle más horas lectivas. Los artículos “mover el cuerpo mejora el aprendizaje“, “la educación exige emociones“, “el deporte se convierte mejor en hábito si mejora tu cerebro“, “entrena tu cerebro“, “expertos defienden el papel de los profesores de Educación Física como primer eslabón del sistema sanitario” etc. han hecho que me decidiese a escribir esta entrada, y ofrecer un punto de vista diferente y complementario.
En 1998, la UNESCO, incitó a los diferentes gobiernos a que se comprometieran a establecer planes y programas educativos basados en las competencias. Éstas se asentaban sobre cuatro pilares básicos: aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Los cuatro pilares de la educación según la UNESCO y su contribución desde la educación física
Si observamos estos cuatro pilares, podemos observar cómo la asignatura de educación física contribuye a desarrollar estas cuatro competencias básicas fundamentales:
- Aprender a conocer. Para poder conocer, hay que partir de lo cercano para poder avanzar hacia lo más lejano. Lo inmediato y más cercano para un niño es su cuerpo. Primeramente, el niño, debe aprender a conocer su propio cuerpo, su esquema corporal. A través de él desarrolla la competencia de aprender a conocer. En educación física, el niño aprende a conocer su cuerpo, las posibilidades y limitaciones de movimiento de éste, aprende a conocer su funcionamiento, aprende a conocer su entorno, aprende a conocer sus sentimientos, aprende a superarse, aprende a experimentar, aprende a conocer la lógica interna de los juegos, aprende a conocer parte de la cultura y la sociedad en la que está inmerso… Este conocimiento del cuerpo es fundamental para un posterior avance en otros conocimientos. La competencia de aprender a conocer se encuentra relacionada con los contenidos conceptuales: teorías, ideas, definiciones, representaciones…
- Aprender a hacer. ¿Cuántas veces hemos escuchado que algo se aprende haciéndolo?. En el área de educación física, el énfasis, se pone sobre la acción. Poco importa que el niño conozca la relevancia de realizar saltos en la infancia para el correcto desarrollo de los huesos, o cómo el cerebro manda la información a los músculos a través de las neuronas y motoneuronas para que se pueda saltar, o cómo a través de los saltos, y dependiendo de la altura de éstos, el niño va superándose, desarrollando su autoestima y confianza en sí mismo. Esos aspectos de conocimientos deben conocerlo los maestros, que en última instancia utilizan el contenido de los saltos, para desarrollar otros aspectos de mayor trascendencia. Lo importante no es saltar mucho o poco. Lo importante es desarrollar de forma íntegra al niño: huesos, autoestima, músculos, aspectos sociales… La competencia de aprender a hacer está vinculada a contenidos procedimentales: capacidades, destrezas, habilidades, estrategias…
- Aprender a vivir juntos. Que el ser humano es un ser social, es una obviedad. Que debemos aprender a vivir juntos, es otra. Que debemos respetarnos, una más. Y otras cosas por el estilo, también lo serán. Estos aspectos y conceptos: respetar, vivir juntos, tolerar, empatizar, no se logran aprender sin llevarlos a cabo. Estos conceptos tienen sentido cuando se vivencian, cuando se sienten, cuando la emoción embarga. En educación física, son aspectos que se dan en el día a día. Son aspectos en los que se debe incidir, provocar, e incluso, planificar, para poder reflexionar sobre ellos con los niños. La competencia de aprender a vivir juntos se relaciona con los contenidos actitudinales, referentes a valores sociales: solidaridad, empatía, resolución de conflictos, etc.
- Aprender a ser. Este es el último, y no por ello menos importante, pilar sobre el que basar el trabajo en competencias que la UNESCO propuso. Es importantísimo que el niño aprenda a ser, a ser como es, a ser con sus carencias y con sus potencialidades, a ser sin importar ser diferente. No todos somos iguales, y en las clases de educación física queda patente de manera muy explícita, no solo para los maestros, sino para los propios niños también. Poco a poco aprenden a aceptar que unos corren más que otros, que otros tienen más fuerza, que otros más flexibilidad, que otros más creatividad, que otros bailan mejor… Poco a poco los niños aprenden a ser ellos mismos dentro de un grupo social. La competencia de aprender a ser está relacionada con los contenidos actitudinales: autoestima, responsabilidad, autonomía…
Conclusión
De las cuatro competencias dos son actitudinales, una conceptual y otra procedimental. No podemos olvidar que la educación es mucho más que aprender y aprender conceptos. La educación es un término más amplio, el cual, a veces maltratamos centrándonos solamente en aquellos aspectos que podemos medir “objetivamente”. La educación, y mucho más la educación primaria, debe abordar y desarrollar otros aspectos más procedimentales y actitudinales. Desde la educación física, bien planificada y llevada a cabo, se contribuye a desarrollar estos cuatro pilares básicos sobre los que la UNESCO propuso que se establecieran los diferentes planes y proyectos educativos. Por ello, desde este modesto blog, pensamos que estaría más que justificado el aumento de horas lectivas de educación física.
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