HISTORIA DE ESPAÑA (5º primaria) EDAD MEDIA
LA EDAD MEDIA EN LA PENINSULA IBÉRICA
.
Tras varios siglos de presencia romana en la península ibérica, la
situación política y social que existía en el Imperio Romano también se
dejó notar en nuestro territorio.
Así, desde Centro Europa, llegaron a suelo hispánico pueblos a los
que los romanos -por estar fuera de sus territorios- les llamaban
BÁRBAROS.
Estos pueblos eran los
SUEVOS, VÁNDALOS y ALANOS. Llegaron a Hispania tras atravesar media Europa y, entrando por los Pirineos, se extendieron por gran parte de la Península.
Los romanos, ya muy debilitados por las guerras internas por el
poder, y por las invasiones de los pueblos germánicos, pidieron ayuda a
los
VISIGODOS un pueblo del Centro de Europa, para que,
como sus aliados viniesen a Hispania para luchar contra estos Bárbaros y
devolver el poder a Roma.
Los VISIGODOS, vinieron a luchar por Roma, pero tras derrotar a los
pueblos bárbaros, y ver la riqueza de las tierras hispanas, rompieron
los vínculos con Roma (perdiendo sus posesiones en la Galia) para
quedarse con las fértiles tierras de Hispania. Así comenzó la salida de
los romanos de la Península.
.
Éstos se quedaron y adoptaron muchas de las costumbres romanas, lo
que les hizo más fácil la introducción en el territorio. Así, basándose
en el Derecho Romano, hicieron su propio derecho, adoptaron la religión
cristiana, etc.
Pero no llegaron nunca a tener el mismo poder y nivel de organización
que los romanos. Estas luchas internas por el poder (ya que su
monarquía no era hereditaria, sino electiva entre los nobles), hicieron
que al cabo de unos pocos años se desmoronase el reino de los Visigodos,
coincidiendo con la llegada de los musulmanes a la Península.
La llegada de los musulmanes a la Península Ibérica, la rápida
conquista del territorio peninsular y la desaparición del reino visigodo
produjeron un cambio de rumbo en la historia de este territorio.
Aunque la ocupación musulmana fue casi total, en la parte norte de la
Península, al Norte de la cordillera Cantábrica, vivían algunos pueblos
que difícilmente se habían asimilado a la cultura romana, y que no se
habían integrado en el reino visigodo; eran los astures, cántabros y
vascones, que tampoco se incorporarían a
Al Ándalus (nombre que los musulmanes dieron al territorio que conquistaron en la Península Ibérica).
Por el lado del Pirineo, especialmente en los valles pirenaicos,
vivían grupos de población que de forma aislada habían conseguido
escapar a la dominación musulmana.
En
esas dos zonas surgieron los primeros núcleos de resistencia, que con
el paso del tiempo y con la participación de nuevos territorios, daría
lugar al inicio de la Reconquista, por la cual los reinos cristianos
volvieron a conquistar la Península Ibérica.