martes, 20 de febrero de 2018

6º Primaria: Tema 3 Los inicios de la Edad Contemporánea

Los inicios de la Edad Contemporánea

Un siglo de revoluciones

Seguramente no hay ni un solo fabricante que se haya establecido en esta zona desde mediados del siglo XVIII que no haya requerido niños del orfanato para su empresa.
Las condiciones acordadas son siempre parecidas, y consisten en que el orfanato proporciona los niños y asume los gastos por su parte; los fabricantes aceptan instruir a los niños en la especialidad requerida, sin salario, salvo alojamiento y combustible.
Texto anónimo alemán, 1824

 

El estudio de la Historia

Cuando estudiamos Historia, una de las cosas más complicadas de aprender son las fechas. Pero ¿te has parado a pensar en cómo ordenaríamos los acontecimientos sin esas fechas? ¿Cómo explicaríamos la evolución del ser humano desde la Prehistoria hasta hoy? ¿Cómo dataríamos los documentos? ¿Cómo escribirías un diario?

Las fuentes históricas

El trabajo del historiador consiste en recopilar testimonios del pasado para localizarlos en el tiempo e interpretarlos. Esos materiales son las fuentes históricas.
Cualquier testimonio del pasado es una fuente histórica, si bien podemos agruparlas en tres grandes tipos:
 
Las fuentes escritas son el principal recurso de los historiadores. La aparición de la escritura marca el final de la Prehistoria y el comienzo de la Historia.

 
Los historiadores también estudian los objetos. Son las fuentes materiales, como la cerámica, las herramientas, los huesos, etc., que los arqueólogos extraen de las excavaciones.


Para las etapas más recientes de la Historia también se utilizan fuentes gráficas, como cuadros, películas, esculturas y fotografías.


Medidas del tiempo histórico

Para comprender mejor la Historia, ordenamos los hechos en el tiempo.
El tiempo se agrupa en unidades de medida. Además de los años, los lustros (cinco años) y las décadas (diez años), se usan medidas más amplias como los siglos (cien años) y los milenios (mil años).
En nuestra cultura, organizamos las fechas a partir del nacimiento de Cristo, hecho que contamos como año 1. Si los hechos ocurrieron antes, escribimos las letras a. C. y contamos de forma descendente hasta llegar al uno. Si son posteriores, añadimos d. C. y contamos de manera ascendente.

Las causas y las consecuencias

Los hechos históricos no están aislados, sino que forman una sucesión relacionada entre sí como causas y consecuencias:
  • Causas: para comprender un hecho histórico es necesario entender las causas que lo provocaron, es decir, los motivos que lo explican. Estas causas son múltiples y diversas, lo que obliga a conocer y analizar los acontecimientos que tuvieron lugar con anterioridad.
  • Consecuencias: el hecho histórico estudiado produce a su vez unos efectos que serán el origen de nuevos acontecimientos históricos.
  • La Historia estudia el pasado de los seres humanos mediante diversas fuentes.
  • El tiempo se organiza en unidades de medida. Nuestra cultura usa el nacimiento de Cristo como referencia.
  • Para estudiar la Historia tenemos que diferenciar y conocer las causas y consecuencias de los acontecimientos

Las etapas de la Historia

¿Cuándo surgió la escritura? ¿Qué fue el Imperio romano? ¿Dónde vivió el pintor Velázquez? A lo largo de los años, has estudiado estos y otros hechos. Antes de avanzar, deberías asegurar que tienes las ideas bien ordenadas en tu cabeza.

La Prehistoria

La Prehistoria se divide en tres etapas:
Los primeros humanos vivieron en el Paleolítico. Eran nómadas y se protegían del entorno en cuevas. Subsistían gracias a la caza y a la recolección. Aprendieron a fabricar las primeras herramientas y dominaron el fuego.
Durante el Neolítico, los seres humanos aprendieron a controlar la agricultura y la ganadería, y se hicieron sedentarios, logrando grandes avances, como la cerámica, el telar o la rueda.
  Ya en la Edad de los Metales, las personas descubrieron cómo trabajar el metal y se extendieron las primeras redes comerciales entre ciudades.


La Edad Antigua

Algunas ciudades de los valles fluviales de Mesopotamia, Egipto, China o India crecieron gracias al comercio en la Edad de los Metales. Las ciudades se organizaron de forma desigual, con grandes líderes políticos y religiosos, y en ellas surgieron sistemas de organización y comunicación como la escritura. Fueron las primeras civilizaciones de la Historia.
Más tarde se desarrollaron culturas mediterráneas, como Grecia y Roma. Esta creó un gran imperio y llegó a conquistar a los pueblos del norte, íberos y celtíberos que habitaban la península Ibérica. Aquí establecieron provincias con grandes ciudades y dejaron una gran huella cultural.

La Edad Media

A comienzos de la Edad Media, la vida urbana había decaído y, tras el fin de Roma, en el siglo V, el continente quedó dividido en reinos germánicos. En ellos se desarrolló un sistema feudal, donde unos pocos nobles poseían toda la tierra. Uno de esos reinos fue el reino visigodo de Toledo, en Hispania.
En el siglo VIII, el Imperio islámico invadió el reino visigodo y dominó la Península, donde fundó al-Ándalus, uno de los mayores centros económicos y culturales de la época. Frente al islam, los cristianos iniciaron la llamada Reconquista de al-Ándalus, que finalizó en el siglo XV.
A lo largo de este período, la vida urbana quedó en manos de la burguesía, y se recuperaron el comercio y el desarrollo cultural.

 La Edad Moderna 

En el siglo XV, la toma de Constantinopla por los turcos y el descubrimiento de América dieron paso a una época. La nueva Edad Moderna estuvo marcada por grandes avances, como la imprenta y el humanismo, y por enormes descubrimientos científicos y geográficos.
La sociedad moderna era aún estamental, pero las monarquías redujeron el poder a la nobleza y dieron algunos privilegios a los burgueses. Uno de los principales ejemplos de monarquía autoritaria fueron los Reyes Católicos. Bajo su reinado se produjo la unión dinástica de los territorios de Castilla y Aragón, el inicio de la colonización de América, y se puso fin a la Reconquista de la península Ibérica.
Sus herederos, Carlos I y Felipe II, recibieron otros territorios en Europa central. Durante sus reinados, los navegantes españoles tomaron nuevas tierras en América, África y Asia, gracias a nuevos viajes y a la primera vuelta al mundo.
La crisis del la Monarquía Hispánica llegó en el siglo XVII. Fue provocada por las malas cosechas, las guerras, la peste, la emigración a América y los gastos de la monarquía, que además, delegó sus funciones en validos.
En 1700 los Borbones subieron al trono español. Superando la crisis, impusieron la centralización del Estado y el absolutismo monárquico. Los últimos reyes de la Edad Moderna introdujeron algunas reformas ilustradas.


La Edad Contemporánea

Hace poco más de doscientos años, las ideas ilustradas, los cambios sociales y la llegada de las revoluciones tecnológicas, sociales y políticas pusieron fin a la Edad Moderna y a la sociedad estamental.
En el nuevo período, que es el actual, la población mundial ha crecido siete veces más que en todas las edades previas. Además, han surgido las primeras leyes que protegen la igualdad de derechos entre todas las personas. También se ha producido un gran desarrollo tecnológico.

El inicio de la Edad Contemporánea

Imagina que mañana te obligan a ir a trabajar todos los días para poder comer, mientras que algunos de tus compañeros pueden seguir estudiando. Eso sucedía a comienzos de la Edad Contemporánea, pero varias revoluciones prepararon el cambio social que nos dio nuevos derechos a todos.

Las revoluciones del siglo XVIII

La Revolución Industrial comenzó con la aparición de la máquina de vapor: quemando carbón se calentaban enormes calderas de agua, cuyo vapor se usaba para obtener energía de movimiento. De tal modo, la máquina pudo aplicarse tanto en las fábricas textiles, para mover enormes telares, como en los trenes y barcos de vapor.

La Revolución francesa


En 1789 estalló la Revolución francesa. El pueblo se levantó contra las injusticias del absolutismo y se organizó un gobierno basado en ideas ilustradas como la igualdad de derechos políticos y la libertad. Estas ideas se defendieron en dos textos: la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, y una Constitución que establecía el funcionamiento de un Gobierno democrático.

La sociedad de clases

Tras las revoluciones, el siglo XIX trajo nuevos cambios. Uno de ellos fue la aparición de las clases sociales. La nueva sociedad pasó a dividirse según el dinero que poseía cada individuo: las clases altas, como los grandes burgueses, eran ricas; las clases bajas, como los obreros, eran pobres. Entre ambos grupos existían clases medias.
También mejoraron las condiciones de vida. Gracias a los avances técnicos, la agricultura empezó a producir más alimentos. Además, las nuevas medidas higiénicas y los avances médicos, como las vacunas, evitaron miles de muertes.
En el siglo XIX se luchó, además, por ampliar los derechos de los ciudadanos. Algunos europeos exigieron el sufragio, es decir, el derecho a elegir a sus representantes.
Por su parte, los obreros de las fábricas, que recibían el nombre de proletariado, se asociaron para exigir unas condiciones laborales y de vida dignas y protagonizaron huelgas y protestas. Esta lucha se ha conocido como movimiento obrero.


La Revolución Industrial trajo grandes avances, como la máquina de vapor, pero también graves problemas, como la explotación infantil en las industrias.


España a comienzos del siglo XIX

Los comienzos de la Edad Contemporánea en España fueron muy agitados, pero también fue el período en que nació nuestra primera Constitución, conocida popularmente como la Pepa.
¿Por qué le dieron un nombre tan extraño? ¿Por qué no sigue siendo nuestra Constitución?

La guerra de la Independencia

En 1808, Napoleón Bonaparte gobernaba en Francia y extendía su imperio por Europa.
En España, el rey Carlos IV y su hijo Fernando VII estaban enfrentados, lo que permitió al empe-rador francés invadir el reino y colocar en el trono a su hermano José I Bonaparte.
Los españoles se levantaron entonces contra el Ejército francés y lucharon en la dura guerra de la Independencia.

 El nacimiento del liberalismo…

En la guerra de la Independencia lucharon españoles contra franceses, pero también se enfrentaron españoles con diferentes ideas políticas, como en una guerra civil.
Durante el conflicto se celebraron las Cortes de Cádiz. Allí se redactó la primera constitución de la Historia de España.
Era un texto liberal, es decir, defendía conceder libertades y derechos a los ciudadanos. Fue publicada el 19 de marzo de 1812.


...y la vuelta al absolutismo

En la guerra participaron otros países, en uno y otro bando. Gran Bretaña, que luchó contra Napoleón, fue fundamental para la victoria española, que tuvo lugar en 1814.
Tras la guerra, Fernando VII volvió al trono español.
A pesar de las esperanzas que los españoles tenían en el rey, este
suprimió la Constitución y recuperó el poder absoluto. Por esta razón,
durante los años siguientes se sucedieron enfrentamientos entre
liberales y absolutistas, que se prolongarían tras la muerte del
monarca, ocurrida en 1833.
Los habitantes de América, descontentos por la situación en España,
proclamaron su independencia.
  • Durante la guerra de la Independencia los españoles redactaron
    la Constitución de Cádiz.
  • Durante el reinado de Fernando VII hubo luchas entre liberales
    y absolutistas, y se independizaron colonias americanas.

España en el siglo XIX

Una guerra por el trono

Fernando VII cambió la ley de sucesión al trono. La nueva ley permitía que reinase su hija Isabel, que fue declarada heredera.
A la muerte del rey, Isabel tenía tan solo tres años, y su madre, la reina María Cristina de Borbón, ejerció de regente. El infante Carlos, hermano de Fernando VII, no aceptaba la nueva ley de sucesión y reclamó el trono.
Carlos fue apoyado por los absolutistas, llamados carlistas. Por su parte, la reina regente buscó el apoyo de los liberales, quienes pudieron aprobar la Constitución de 1837.
Los absolutistas o carlistas rechazaron entonces la situación, y se enfrentaron a los isabelinos en la Primera Guerra Carlista (1833).

El reinado de Isabel II

En 1843, Isabel tenía tan solo trece años, pero las Cortes la proclamaron reina.
Durante su reinado, los políticos liberales se organizaron en dos partidos:
  • Los moderados, representados por Narváez, que contaban con el apoyo de las clases acomodadas y defendían un liberalismo limitado o conservador. Durante su gobierno, se aprobó la Constitución de 1845.
  • Los progresistas, liderados por Espartero, que agrupaban a las clases medias y populares. Defendían ampliar las libertades y que estas favorecieran a más sectores de la población.
 

Un período de democracia

El reinado de Isabel II se prolongó hasta 1868. Ese año, un grupo de militares se alzó contra la reina, que hubo de exiliarse en Francia.
La caída de Isabel II abrió un proceso democrático en España. La nueva Constitución de 1869 estableció una monarquía parlamentaria, es decir, había un rey pero no gobernaba. El rey elegido fue Amadeo I.
El nuevo rey afrontó numerosos problemas, que lo llevaron a renunciar al trono en 1873.
Se proclamó entonces la Primera República española, es decir, el primer gobierno sin monarca. Sin embargo, un nuevo levantamiento militar llevó a la restauración de la monarquía en 1874.
  • Durante el reinado de Isabel II se implantó el liberalismo.
  • Tras un período democrático, se restauró la monarquía de los Borbones.

La Restauración

Un año más tarde, Alfonso XII de Borbón, hijo de Isabel II, fue restaurado en el trono.
En ese período se aprobó la Constitución de 1876, más conservadora que la anterior, y un nuevo sistema de Gobierno permitió la alternancia de los dos partidos dominantes, los conservadores de Cánovas del Castillo y los liberales de Sagasta.
El sistema de la Restauración perduró tras la muerte del rey. Con un hijo recién nacido, su esposa, María Cristina de Habsburgo, fue nombrada regente.
Durante su regencia se perdieron las últimas colonias españolas en América: Cuba, Puerto Rico y Filipinas.

La vida en España durante el siglo XIX

Hoy día España es uno de los mayores constructores mundiales de trenes de alta velocidad y exporta sus trenes a países como Japón. Aunque te resulte normal, te parecerá sorprendente cuando sepas que los primeros trenes llegaron a España con décadas de retraso…

Una economía poco industrializada

A lo largo del siglo XIX, España experimentó transformaciones económicas y sociales que la aproximaron al modelo de vida de la Edad Contemporánea. Pero esos cambios llegaron con mucha lentitud.Durante todo el siglo, la mayoría de la población siguió trabajando en el campo con técnicas agrícolas muy atrasadas, frente a países como Inglaterra o Alemania, que usaban maquinaria avanzada y producían grandes cantidades de grano.
La industrialización se concentró en zonas como el País Vasco y Cataluña, y en grandes ciudades, y los transportes modernos, como el ferrocarril, no llegaron hasta la segunda mitad del siglo. La falta de zonas industrializadas y de transportes modernos en gran parte del territorio retrasó aún más la débil industrialización y el comercio.

¿Cómo era la sociedad de clases?

A pesar de lenta industrialización, la burguesía logró cierto enriquecimiento. Además, apoyándose en las ideas liberales, exigió derechos políticos y llegó a convertirse en la clase social dominante.
Por el contrario, las clases obreras, que trabajaban en las industrias, sufrían duras condiciones laborales y gran pobreza. Estas desigualdades impulsaron sus reivindicaciones políticas. En el campo, los campesinos también vivían en situación de pobreza extrema.

Cultura frente a analfabetismo

La mayoría de la población era analfabeta, pese a los intentos de algunos gobiernos por lograr la escolarización infantil. Por el contrario, una minoría disfrutaba de una importante vida cultural. Los artistas y escritores reflejaron los cambios del momento:
  • A comienzos del siglo XIX destacaron las obras de Francisco de Goya. Además, los artistas y escritores del romanticismo reflejaron el ambiente revolucionario y la vida burguesa.
  • A mediados de siglo, los escritores y pintores del realismo reflejaron la realidad y retrataron la sociedad industrial.
  • A finales del siglo XIX, los pintores impresionistas se vieron influidos por los avances técnicos: la velocidad de los transportes a vapor, las primeras fotografías… y los plasmaron en sus obras. Fue el caso de Darío de Regoyos o, más tarde, de Joaquín Sorolla.
  • Ya en el paso al siglo XX, escritores como Machado, Unamuno y Baroja formaron la Generación del 98. Juntos denunciaron los males de la sociedad española y pidieron la modernización del país y su acercamiento a Europa.

    Además, varios investigadores realizaron avances científicos. Ramón y Cajal, por ejemplo, recibió el Premio Nobel de Medicina.


La ciudad industrial

  • La industrialización española fue un proceso muy lento.
  • Los burgueses dominaban la industria y el comercio. Los obreros y campesinos sufrían condiciones de extrema pobreza.


 

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