viernes, 16 de octubre de 2015

Los niños que duermen bien y hacen deporte de forma moderada rinden mejor en la escuela

Un estudio de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB) y la Universitat de les Illes Balears (UIB), en España, concluye que los mejores resultados académicos en los niños de primaria se relacionan con un patrón de descanso adecuado (dormir entre 9-10 horas) unido a una práctica moderada de ejercicio físico (entre 2 y 5 horas/semana).

Por el contrario, los peores resultados académicos se dan con unos patrones inadecuados de descanso (menos de 9-10 horas) y un número elevado de actividades físico-deportivas (más de 5 horas a la semana).

La investigación se ha hecho a partir de las respuestas de 573 alumnos de Educación Primaria (313 niños y 260 niñas), de 18 centros escolares (9 públicos y 9 concertados) de las comarcas de Barcelona y de las Islas Baleares (Mallorca y Menorca).

Es la primera vez que se estudian los efectos de los patrones de descanso y la realización de actividades físico-deportivas extraescolares en el rendimiento académico, de forma conjunta, y no por separado, como se había estudiado hasta el momento.



Trasnochar y levantarse pronto perjudica el rendimiento académico. El estudio alerta de la existencia de una pauta de descanso nocturno insuficiente e irregular cada vez más frecuente en niños y adolescentes. Esto podría ser la causa de que durante las primeras horas de clase los alumnos se encuentren adormecidos y no tengan la capacidad de atención necesaria para seguir las clases. Se ha comprobado que acostarse después de las 22h dificulta que los jóvenes se puedan desempeñar al día siguiente en condiciones óptimas.

Se evidencia la gran cantidad de actividades extraescolares en las que participan los niños y niñas de estas edades. Los datos indican que un 84,20% de la población hace algún tipo de actividad fuera de la escuela. Las de carácter físico o deportivo conllevan una serie de beneficios: el incremento de la autoestima y la confianza en uno mismo, y la optimización del desarrollo social, el desarrollo cognitivo y el rendimiento académico.

Además, los resultados también sugieren que la práctica deportiva reduce el estrés, la ansiedad y la depresión, y que incrementa el aprendizaje y la memoria, todos ellos factores que conducen a alcanzar un estado óptimo de salud y un mayor rendimiento académico.

Pero la participación en actividades extraescolares mejora el rendimiento académico dentro de unos límites. De hecho, sus efectos se distribuirían en una curva en forma de U invertida, ya que no realizar ningún tipo de actividad extraescolar o realizar más de cinco de simultáneas conlleva efectos negativos.


La práctica extraescolar físico-deportiva influye positivamente en el rendimiento de los niños de primaria en asignaturas como matemáticas y lenguas, es decir, las materias que requieren una mayor atención. El mejor rendimiento académico se obtiene con la realización de una práctica físico-deportiva moderada (entre 2 y 5 horas a la semana), mientras que las peores notas con una práctica excesiva.

De las conclusiones se deduce la importancia de "concienciar a las familias y educadores que los niños realicen actividad física o deportiva desde muy pequeños, pero de forma moderada (no más de 5 horas a la semana), ya que esto favorece los patrones de descanso adecuados y el mejor aprovechamiento en la escuela ", explica Ramón Cladellas, profesor de la UAB y uno de los autores de la investigación.

El estudio de la UAB y de la UIB, publicado en Revista de Psicología del Deporte, sugiere que desde las administraciones educativas se planteen la necesidad de programar un mayor número de horas de actividad física en el horario escolar, vistos los resultados de este estudio. (Fuente: UAB)

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